Aunque es normal que los niños presenten ansiedad a medida que van creciendo y enfrentándose a nuevas situaciones, que un infante se preocupe cada día por muchas cosas diferentes es una señal de alarma de que puede estar presentando un trastorno de ansiedad.
A los niños con ansiedad les angustia de manera exagerada cosas que les preocupan a la mayoría de los niños, (como los deberes o los exámenes).
Los infantes con ansiedad también se preocupan por cosas cuyos padres pueden no considerar que sean motivo de preocupación pero que causan cambios en el comportamiento del niño, así como de sus patrones de sueño, alimentación o estado de ánimo.

Trastorno de ansiedad en niños
Los trastornos de ansiedad son episodios que se caracterizan por temor o preocupación extrema y desproporcionada que alteran la capacidad del infante para vivir normalmente.
Cierto grado de ansiedad es un aspecto normal del desarrollo, sin embargo, situaciones comunes pueden desencadenar un trastorno de ansiedad cuando el infante reacciona de forma extrema a situaciones como:
- Al ser separados de sus padres, sobre todo en entornos no familiares y aún sabiendo que será sólo un momento (Ejem: asistir al colegio, quedarse en casa de algún familiar, etc.)
- El temor a la oscuridad, los monstruos, los bichos y las arañas que cause llanto y reacciones extremas.
- Reacción violenta e intimidante de niños tímidos a situaciones nuevas.
- Temor a las lesiones o a la misma muerte haciendo de estos un tema recurrente en sus charlas.
- Sudoración excesiva o temblores al momento de enfrentarse a una aparición en público (Ejem: una presentación escolar o una exposición)
Aunque estas dificultades no deben ser consideradas evidencia de un trastorno directo, si las manifestaciones de ansiedad se vuelven tan exageradas que alteran al infante o causan intensa angustia o miedo, corresponde considerar un trastorno de ansiedad.
Según la revista especializada Psicología y Mente “en algún momento durante la infancia, aproximadamente del 10 al 15% de los niños experimentan un trastorno de ansiedad”.
Los niños con un trastorno de ansiedad no tratado son más vulnerables a sufrir trastornos depresivos más adelante.
Trastorno de ansiedad por separación en niños
Es normal que los niños pequeños se pongan nerviosos y sufran de ansiedad las primeras veces que se separan de sus padres y quedan al cuidado de un abuelo, una persona a cargo de su cuidado o un maestro.
Sin embargo, si con el paso de los días el infante no se acostumbra a quedarse con alguien fuera de sus vínculos, incluso cuando se hacen mayores, se puede considerar un trastorno de ansiedad por separación en niños.
De estar sufriendo de este trastorno, el menor puede empezar a perder muchos días de clase, a inventar que se encuentra demasiado mal o muy alterado para ir a la escuela.
Puede tender a aferrarse a las piernas o brazos de sus padres, llorar o negarse a ir a fiestas con sus compañeros de clase.
En casa, pueden tener dificultades para conciliar el sueño o negarse a dormir solo. Los síntomas más comunes del SAD pueden incluir:
- Pesadillas repetidas y con aparición de signos físicos como pulso acelerado o sudoración.
- Angustia excesiva cuando tiene que separarse de su núcleo familiar.
- Preocupación excesiva sobre la seguridad de un miembro de la familia.
- Miedo extremo a perderse o “ser abandonado” por su familia.
- Negarse a ir a la escuela
- Temor a quedarse solo.
- Frecuentes dolores de estómago, dolores de cabeza u otras quejas físicas.
- Dolores o tensiones musculares.
- Preocupación excesiva sobre la seguridad de sí mismo.
- Desagrado e ira frente a la idea de dormir lejos de casa.
- Dependencia excesiva incluso cuando está en casa.
- Síntomas de pánico o berrinches cuando se está separado de los padres.