¿Qué es y como controlar un ataque de ansiedad?

Un ataque de ansiedad se produce cuando la ansiedad del paciente es tan fuerte que le impide seguir con normalidad su diario vivir.

Puede tener un desencadenante específico, como un examen, problemas en el lugar de trabajo, un problema de salud o un problema sentimental. 

Es menos severo que un ataque de pánico, pero implica síntomas físicos como latidos cardíacos acelerados, mareo, náuseas, sudoración fría o temblores involuntarios.

Aún así,  genera una situación de pánico que cursa con unos síntomas muy similares a los del infarto, hasta el punto de que puede confundirse con él.

Ocurre de forma instantánea, sin previo aviso, y alcanza su máxima intensidad en cuestión de muy pocos minutos, pudiendo prolongarse durante unos pocos más.

Síntomas de un ataque de ansiedad

Aunque los síntomas pueden variar entre cada individuo; se considera que se ha producido una crisis de ansiedad cuando se producen cuatro o más de los siguientes síntomas:

  • Palpitaciones o elevación de la frecuencia cardiaca (taquicardia).
  • Sensación de entumecimiento u hormigueo.
  • Sensación de ahogo, con respiración rápida.
  • Opresión en el pecho.
  • Sensación de irrealidad.
  • Miedo o pánico. Literalmente, sentirse a morir.
  • Mareo o incluso desmayo.
  • Sudoración o escalofríos.
  • Temblores.
  • Náuseas o molestias abdominales.
que es y como controlar un ataque de ansiedad

¿Qué hacer en un ataque de ansiedad?

Muchos de los pacientes que han sufrido un ataque de ansiedad por primera vez, terminan por recurrir a urgencias ante la posibilidad de que se trate de un infarto.

Pero una vez se es capaz de reconocer que es un ataque, es posible controlarlo.

Lo más importante siempre será mantener la calma, evitar que lo domine el miedo y tratar de normalizar la respiración inspirando por la nariz y expirando por la boca de forma rítmica y cada vez más pausada.

Tomarse el pulso mientras se realiza esta maniobra permitirá comprobar cómo el ritmo cardíaco recupera poco a poco la normalidad.

Cuando el desencadenante de la crisis ha sido una situación estresante, en la mayoría de los casos no es necesario ningún tipo de tratamiento, pero el adquirir hábitos saludables ayudará a prevenir nuevos ataques.

Sin importar el caso, es recomendable acudir a un profesional en salud mental para identificar qué ha motivado la crisis de ansiedad o si existe algún trastorno psicológico.

Así, se podrá definir el tratamiento más adecuado en cada caso, pudiendo éste contemplar el uso de fármacos o terapia psicológica cognitivo conductual.

¿Cómo controlar los ataques de ansiedad?

Existen diferentes terapias eficaces para minimizar los trastornos de ansiedad que pueden ayudar a que los pacientes lleven una vida productiva y plena.

Aunque  la combinación de psicofármacos y psicoterapia ha conseguido gran eficacia, es sólo una de las muchas maneras de controlar la ansiedad patológica. 

Entre los fármacos que utiliza este tipo de tratamientos están los antidepresivos, las benzodiacepinas y los ansiolíticos.

Así mismo, existen distintas técnicas de psicoterapia para los trastornos de ansiedad que tratan de enseñar  habilidades para el manejo de la ansiedad. 

Aunque no es fácil controlar una crisis de este tipo, hay que intentar no pensar en que va a suceder algo malo porque cuanto más canalizece sus pensamientos, más síntomas va a tener y a desatar otros nuevos.

Así, vuelve la respiración como una técnica infalible para el control de la ansiedad:

  • Intente distraer su atención hacia algo diferente a lo que te está sucediendo. Por ejemplo, puede resultar útil contar hacia atrás desde el 100. También ayuda pensar en algo que resulte agradable o en un lugar bonito y relajante.
  • Trate de recordar que los síntomas son una reacción al estrés. Repitase a sí mismo que lo que está sucediendo no es amenazante ni peligroso.
  • Procure controlar la respiración. 
  • Intente respirar de forma consciente, cogiendo y soltando el aire de forma controlada y despacio mejora la situación. Fruncir los labios como intentando soplar una vela puede ser útil. Además, respirar dentro de una bolsa de papel durante unos minutos es efectivo para algunas personas. 

Si es a otra persona a quién le ocurre la crisis túmbelo o siéntelo. Desabróchele la ropa que le pueda oprimir para disminuir la sensación de ahogo.

Luego, intente tranquilizarle y sobre todo, ayúdale a controlar la respiración.

¿Porqué dan los ataques de ansiedad?

Aunque existen ciertos problemas físicos que pueden desencadenar un ataque de ansiedad como el hipertiroidismo, consumo del alcohol o drogas, etc, lo más habitual es que este tipo de episodios se asocien a causas psicológicas, como el estrés o la depresión.

Así mismo hay que considerar el hecho de que la crisis de ansiedad puede ser síntoma de un trastorno mental como agorafobia, fobia social y otros tipos de fobias.

Sin embargo, la crisis de ansiedad no debe confundirse con lo que en psiquiatría se denomina como trastorno de ansiedad generalizado.

Mientras que en el trastorno la persona se encuentra permanentemente mal o de forma recurrente, quienes sufren una crisis de ansiedad se encuentran perfectamente antes de que ocurra.