El que una persona sea víctima de ansiedad responde a una interacción de diversos factores entre los que resaltan:
- los factores predisposicionales (hacen referencia a las características de tipo biológico del individuo)
- los factores activadores (vinculados a percepción de peligro o amenaza)
- y los factores de mantenimiento (causantes que el trastorno continúe una vez aparecido).
Aunque los ataques de ansiedad se puede aprender cómo tratar la ansiedad y controlar, hablar de curarla es caer en una trampa pues inevitablemente volverá a sentirla en cualquier momento.
Como ya hemos señalado, la ansiedad es un sistema de factores vinculados a la activación ante algún tipo de amenaza.
La mayoría de los factores, en la mayoría de los casos, tienen un valor instantáneo, no determinado.

¿Cómo tratar la ansiedad?
En primera instancia, el tratamiento de la ansiedad requiere del diagnóstico de un especialista pues cada trastorno puede suponer tratamientos distintos, además de que cada persona es diferente y el tratamiento debe ajustarse al paciente.
En pocas palabras, para poder tratar la ansiedad básicamente se busca que el paciente aprenda a ver esas sensaciones como algo normal y lógico,que es parte de sí mismo y su organismo, y aceptar la posibilidad de que aparezca.
Esta aceptación produce el efecto de reducción de la intensidad de los ataques.
Además, es importante analizar y canalizar los pensamientos e ideas que puedan influir en el proceso para poder enfrentarse a aquello que se teme y se está evitando (salir a la calle, hablar en público, etc.).
Técnicas de relajación para la ansiedad
Las técnicas de relajación están creadas para ayudarle a su cuerpo a relajarse y disminuir su presión arterial y su frecuencia cardíaca, produciendo así un efecto tranquilizante.
Entre las técnicas más frecuentes y eficaces para contener la ansiedad se encuentran:
- Respiraciones profundas: Una de las maneras más simples y de más fácil acceso para relajarse es practicando la respiración profunda. La forma correcta de hacerlas es:
- Siéntese y coloque una mano sobre su estómago y la otra sobre su pecho.
- Inhale despacio hasta que sienta que su estómago se eleva.
- Sostenga el aire por un momento.
- Exhale lentamente, sintiendo su estómago descender.
- Meditación: La meditación involucra concentrar y canalizar su atención para ayudarlo a sentirse más relajado. Esta práctica puede ayudarlo a reaccionar con más calma a sus emociones y pensamientos. Sus beneficios se dan pues la mayoría de los tipos de meditación usualmente incluyen:
- Atención enfocada.
- Silencio.
- Posición corporal.
- Una actitud abierta.
- Respiración relajada.
- Biorretroalimentación
- Relajación progresiva: Esta es otra técnica simple que puede implementarse en cualquier momento. Comience por concéntrese en apretar sus músculos de sus pies y los dedos por unos cuantos momentos y luego liberarlos. Siga con el proceso, subiendo por los músculos de las piernas hasta llegar al cuello.
- Yoga: La práctica del yoga combina posturas o movimientos con respiración enfocada y meditación que le ayudarán a incrementar la fuerza y la flexibilidad. Además recurren a la mente y su poder para ejecutar una serie de movimientos que más que fortaleza, requieren de tranquilidad y quietud.
Esencias florales para la ansiedad
El descubrimiento de la aromaterapia o esencias florales para el tratamiento del estrés y la ansiedad parte de la premisa de Edward Bach, herbólogo, psicólogo y médico naturista que formula que “las flores poseen una cualidad que está dada por la conformación electromagnética y lumínica armónica de sus partículas, que al entrar en contacto con un campo energético en desarmonía, es capaz de armonizarlo”.
Así, los aceites esenciales actúan a niveles subatómicos por intercambios de luz, equilibrando y armonizando los flujos de energía de los campos energéticos a los que se les aplique su acción.
Entre las más efectivas esencias florales para combatir la ansiedad se encuentran:
- Agrimonia: Para la ansiedad por falta de reconocimiento.
- Álamo temblón: Usar si los ataques de ansiedad son violentos y repentinos.
- Cerato: Para la ansiedad por falta de confianza en sí mismo.
- Manzanilla: Si ansiedad por liberarse de algo que sobrevaloran.
- Mimulus: Para la ansiedad producida por temores o miedos conocidos.
- Castaña: Cuando hay ansiedad con preocupación por otros.
- Verbena: Para combatir la ansiedad por exceso de entusiasmo.
Alimentos para la ansiedad
La alimentación es fundamental al momento de buscar tranquilidad interior pues un cuerpo desbalanceado en nutrientes, proteínas y carbohidratos irremediablemente se deseperará por encontrar sus deficiencia.
Para poder elegir correctamente los alimentos se recomienda tener en cuenta:
- Elegir correctamente los carbohidratos: Tomar entre cinco y seis raciones cereales integrales –pasta o arroz–, patata, legumbres, etc. a lo largo del día ayuda a sobrellevar mejor la ansiedad.
- Proteínas de calidad: Este aminoácido es esencial para controlar los nervios, porque contribuye a aumentar la síntesis de serotonina.
- Omega 3 y ácidos grasos: Son grasas buenas ayudan a disminuir la liberación de cortisol, hormona que ocasiona el estrés.
- Vitamina B: Son necesarias para el sistema nervioso y para que el organismo pueda utilizar la energía de los carbohidratos.
- Magnesio: Es un mineral necesario para la síntesis de serotonina y tiene propiedades relajantes, por lo que ayuda a mantener el ritmo cardiovascular y a relajar los músculos. La deficiencia de magnesio provoca irritabilidad e insomnio.