El trastorno de ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud que somete a quién lo sufre a un estado de zozobra, inquietud o agitación del ánimo.
Se trata de una forma de malestar psicofísico que se caracteriza por una sensación de inquietud, intranquilidad, inseguridad o desasosiego ante una situación de amenaza inminente y de causa indefinida. La diferencia básica entre la ansiedad normal y la patológica, es que ésta última se basa en una idea distorsionada de la amenaza.
La característica más llamativa de la ansiedad es su carácter anticipatorio, es decir, “posee la capacidad de prever o señalar el peligro o amenaza para el propio individuo, confiriéndole un valor funcional importante” (Sandín y Chorot, 1995).
Cuando la ansiedad es muy severa y aguda puede llegar a paralizar al individuo, transformándose en pánico. Puede hacer que quien la padece sude, se sienta inquieto, tenso o tenga palpitaciones.
La ansiedad se diferencia del miedo en que la primera consiste en la emisión de una respuesta más difusa, menos focalizada, ocurriendo sin causa aparente y quizás mejor descrita como aprehensión para el individuo.

¿Qué son los trastornos de ansiedad?
Los trastornos de ansiedad son padecimientos en los que la ansiedad no desaparece y suele empeorar con el paso del tiempo.
Son considerados como el trastorno mental más común en el continente americano y según un análisis de la Organización Europea para la Salud en el Trabajo, se prevé que cerca del 25% de la población experimentará algún tipo de Trastorno de Ansiedad a lo largo de su vida.
Los síntomas característicos del trastorno de ansiedad se diferencian de los sentimientos normales de nerviosismo e inquietud en que estos se manifiestan como reacciones desproporcionadas o injustificadas ante situaciones cotidianas que escapan del control voluntario de la persona; tienen un carácter intenso y recurrente, generan incomodidad y malestar e interfieren significativa y negativamente en la vida de la persona, los síntomas más recurrentes son:
- Preocupación: quien lo padece siente inseguridad, miedo, pensamientos negativos, anticipación de peligro o amenaza, dificultad de concentración, dificultad para la toma de decisiones o sensación general de desorganización o pérdida de control sobre el ambiente.
- Motores u observables: Hiperactividad, paralización motora, movimientos torpes y desorganizados, tartamudeo y otras dificultades de expresión verbal.
- Síntomas cardiovasculares: palpitaciones, pulso rápido, tensión arterial alta, accesos de calor.
- Síntomas respiratorios: sensación de sofoco, ahogo, respiración rápida y superficial, opresión torácica.
- Síntomas gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea, aerofagia, molestias digestivas.
- Síntomas genitourinarios: micciones frecuentes, enuresis, eyaculación precoz, frigidez, impotencia.
- Síntomas neuromusculares: tensión muscular, temblor, hormigueo, dolor de cabeza tensional, fatiga excesiva.
- Síntomas neurovegetativos: sequedad de boca, sudoración excesiva, mareos.
Tipos de ansiedad
Se reconocen cinco tipos de ansiedad como principales:
- Trastorno de ansiedad generalizada: Con este trastorno los pacientes se preocupan por problemas generales como el dinero, el trabajo, la salud o la familia en dimensiones excesivas y los tienen durante al menos 6 meses.
- Trastorno de pánico: Las personas con trastorno de pánico tienen repentinos y repetidos momentos de miedo intenso sin haber un peligro aparente. Son víctimas de ataques de pánico que se producen rápidamente y pueden durar varios minutos.
- Fobias: Quienes sufren de fobias tienen un miedo intenso a algo que representa poco o ningún peligro real. Su miedo puede ser por animales, actividades o el simple hecho de relacionarse con otras personas.
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): Es una de las cinco enfermedades psiquiátricas más frecuentes y está considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las 20 enfermedades más discapacitantes. Se trata de un problema neurológico caracterizado por pensamientos obsesivos, es decir, ideas fijas recurrentes y persistentes que generan inquietud, temor, ansiedad o aprensión.
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT): Es un trastorno que algunas personas presentan después de haber vivido o presenciado un acontecimiento impactante, terrorífico o peligroso.
Definición psicológica de la ansiedad
Desde la psicología de la personalidad planteada por Endler y Okada en 1975 y definida por Sandín en 1990, se concibe la ansiedad en términos de rasgo y estado.
Desde el punto de vista de rasgo (parte de la personalidad), se tiende hacia una interpretación situación – estímulo caracterizada por el peligro o la amenaza, respondiendo ante la misma con ansiedad.
Esta tendencia va acompañada de una personalidad neurótica de base similar a la timidez, apareciendo durante largos periodos de tiempo en todo tipo de situaciones.
Por otra parte, la ansiedad entendida como estado se refiere a una fase emocional transitoria y variable en cuanto a intensidad y duración; ésta es vivenciada por el individuo como patológica en un momento particular, caracterizándose por una activación autonómica y somática y por una percepción consciente de la tensión subjetiva.
“La relación entre ambos puntos de vista es muy estrecha, pues un individuo con alto rasgo de ansiedad reaccionará con mayor frecuencia de forma ansiosa” (Miguel-Tobal, 1996).
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